sábado, 21 de marzo de 2015

Los Embajadores

 Esta entrada va a estar dedicada al famoso cuadro "Los Embajadores" de Hans Holbein "el Joven" que se encuentra en la National Art Gallery de Londres.

http://markmeynell.files.wordpress.com/2009/07/holbein-ambassadors-basic.jpg



Hans Holbein "el Joven" viajó por Europa conociendo el oficio y terminaría llegando a la corte inglesa por recomendación de Tomás Moro donde realizó alguna de sus mejores obras. Una de sus más famosas obras, que no la mejor, fue el retrato del rey Enrique VIII de Inglaterra que realizó en 1537 y que se ha convertido en el retrato más conocido de este rey. En este momento Europa estaba siendo dominada por el rey Francisco I de Francia, el emperador Carlos V, Enrique VIII de Inglaterra y el Papa Clemente VII. A finales de octubre de 1532 Francisco I se reúne con Enrique VIII para tantear su apoyo contra el Imperio. Enrique VIII quiere que Francisco I use su influencia sobre el papa Clemente VII para resolver la cuestión de su divorcio de Catalina de Aragón, tía de Carlos VSiguiendo este contexto, parece que cuando Jean Dinteville vuelve para Inglaterra en febrero de 1533, las esperanzas de pactos entre Francia e Inglaterra son elevadas; sin embargo éste no es el caso a su regreso a Francia en noviembre del mismo año. Su presencia en Londres, así como la de su hermano François, obispo de Auxerre, embajador de Francia ante el Vaticano, muestra que desempeña un papel central en las negociaciones entre Francisco I, Enrique VIII y el papa.

En el cuadro de "Los Embajadores" del año 1533 podemos encontrar un retrato doble de Jean de Dinteville y Georges de Selve, de hecho el título original de la obra era "Jean de Dinteville y George de Selve".

Siendo un retrato doble lo enigmático es que los personajes salgan en los laterales de la obra en vez de estár representado en una posición más centrada. Esta pintura está centrada en la época del Renacimiento y el autor se ha permitido la licencia de utilizar el centro de la obra para reflejar el cambio que supuso esta época.

El cuadro lo encargó el embajador francés Jean de Dinteville en el momento de la toma de posesión de su carga y aparece acompañado de su amigo el obispo de Lavaour Georges de Selve. Dos personajes importantes que el pintor supo plasmar de una manera excelente.

Jean de Dinteville aparece vestido de manera rica y lujosa. Aparece vestido con un abrigo de piel. De los oscuros ropajes destacan unas mangas en seda con todos rojizos. De su cuello cuelga una cadena con la figura del arcángel San Miguel derrotando al demonio. Sobre su cabeza lleva un gorro con un broche rematado con una calavera.



En su mano aparece una daga dorada trabajada de manera cuidada y muy detallada en la cual se puede observar la edad que tenía en ese momento, 29 años.

George de Selves es el obispo de Lavaor, va vestido completamente con un abrigo negro y se puede adivinar que es una dignidad religiosa. A pesar de ser una dignidad religiosa es también un embajador que está visitando a su amigo para conseguir que las relaciones entre Francia e Inglaterra se lleven por buenos caminos y no triunfe la disedencia religiosa que Enrique VIII está comenzando.

También podemos observar con detalle la edad que tenía Georges de Selves en ese momento en el canto de un libro donde se apoya, 25 años.




En el centro del cuadro podemos ver un estante lleno de objetos donde los dos personajes aparecen apoyados sobre él. Objetos apoyados de una manera inestable como eran las relaciones en esa época.


Un globo terraqueo en la parte inferior del estante. En el que se puede distingir las líneas del Tratado de Tordesillas de 1494. E incluso demarcaciones de los territorios en Francia de Jean de Dinteville señalados con una V. Un mundo representado al revés simbolizando lo complicadas que son las relaciones internacionales en esa época.

El libro representado es el Geistlich Gesangbuhli de Johannnes Walther, un libro de himnos sagrados cuya primera edición data de 1524. Holbein ha escogido presentar el libro abierto por dos páginas concretas que sin embargo no son consecutivas en la obra verdadera. La página de la izquierda muestra la traducción del primer versículo del himno Veni sancte Spiritus de Lutero y la de la derecha la introducción a la Versión abreviada de los Diez Mandamientos del mismo Lutero. Es altamente probable que la elección de este libro y la yuxtaposición de estas dos páginas sean intencionadas; sin duda el tema favorito de Lutero es la oposición entre la Ley, representada por los mandamientos, y la Gracia, simbolizada por el himno, una temática que parece haber sido próxima a las posiciones de Georges de Selve.

Un libro de aritmética que puede ser vinculado al avance de la aritmética o al avance de los comerciantes de la época. La familia de Georges de Selves se enriqueció a base del comercio. Si se intuye aun más la página trata sobre la división. La división en aquella época representada por la Reforma y en la que Georges de Selves está inmerso. Los escritos de Georges de Selve se hacen eco de sus inquietudes ante la división que sufre la iglesia, la Reforma luterana, pero también ante la creación de la iglesia anglicana, en el mismo país donde se pintó el cuadro.
Un laúd completa la parte inferior de la estantería. No es el único instrumento musical que aparece, también se pueden ver algunas flautas. La curiosidad es la maestría del pintor de dibujar cada una de las cuerdad del laúd y una cuerda rota simbolizando la fractura que está teniendo Europa en ese mismo momento. Una cuerda rota que rompen la armonía.
El mundo de la nueva ciencia para calcular las diferentes declinaciones astronómicas. Destacando un reloj de sol poliédrico que no podría funcionar de una manera correcta y que el pintor en ese caso cometió un error. En varios cuadros de Holbein podremos ver elementos similares.
Un globo celeste que no está regulado con la latitud o longitud de Londres donde se encuentran estos dos hombres. Se distingue la constelación del cisne identificada como Galacia en alusión a la Galia o Francia. Un gallo en actitud de ataque simbolizando el poder que puede tener Francia. Este globo celeste es igual al creado por que construyó en 1533 el astrónomo de Nuremberg Johannes Schöner, que se encuentra actualmente en el Museo de Ciencias de Londres.
A modo de curiosidad y con una grisalla aparece un crucificado en la parte superior del cuadro. Detrás del cortinaje que hace de fondo para el cuadro. De manera discreta Dios está presente y lo ve todo...


El Cortesano

Baldassarre, Baldassar o Baldesar Castiglione, españolizado como Baltasar Castiglione o Baltasar Castellón, (Casatico, Mantua, 6 de diciembre de 1478 – Toledo, 2 de febrero de 1529) fue un noble cortesano, diplomático y escritor italiano, conde de Novellata, autor del célebre tratado El Cortesano.

Natural de Casatico, en la provincia de Mantua, era hijo de Cristóforo Castiglione, hombre de armas, y de Luigia Gonzaga, pariente del marqués de Mantua, Ludovico III. En 1494 se trasladó a Milán, estudiando en la escuela humanista de Giorgio Merula y Demetrio Calcondila.

En 1499, con la muerte de su padre volvió a Mantua para hacerse cargo de su casa y hacienda entrando al servicio de Francesco Gonzaga, al que acompañó en 1503 a la batalla del Garellano, donde el ejército francés y sus aliados italianos fueron vencidos por el ejército español del Gran Capitán.

De 1504 a 1513 residió en la corte ducal de Urbino, la más refinada de Italia, siendo encargado de misiones diplomáticas (Inglaterra, Milán) primero por Guidobaldo de Montefeltro y luego por su sucesor Francesco Maria della Rovere. Participó en la expedición de Julio II contra Venecia, recibiendo en recompensa el condado de Novellata.

En 1513 fue enviado como embajador a Roma, donde permaneció hasta 1516, participando activamente en la vida cultural de la ciudad. Mantuvo una profunda amistad con Rafael, al que sugirió la importante carta al papa León X, por largo tiempo atribuida al mismo Sanzio, sobre la antigüedad romana y la manera de restaurarla. En 1516, de vuelta a Mantua, contrajo matrimonio con Ippolita Torelli.

Viudo en 1520, abrazó el estado eclesiástico. En 1524 Clemente VII lo nombró nuncio y colector general de la Cámara Apostólica en España, llegando a Toledo el 8 de octubre de 1525.1 En este cargo hubo de ejercer complicadas misiones diplomáticas ante el Emperador Carlos V. Tras el saco de Roma en 1527, Clemente VII le acusaría de no haber sabido realizar su labor con éxito. Castiglione lograría revocar tal acusación con una honesta carta al papa, ofreciendo después ulteriores pruebas de su fidelidad a la Iglesia en las duras palabras arrojadas en tono apologético que dirigió, en 1528, contra Alfonso de Valdés, cuyo Diálogo de las cosas acaescidas en Roma exigió que fuese requisado y destruidos todos sus ejemplares, a lo que se negó el inquisidor general, Alonso Manrique.2

En 1529 murió en Toledo atacado de fiebres violentas, a la edad de cincuenta años.

Su obra más importante es El cortesano, cuyo manuscrito pasó al humanista Marcantonio Flaminio para que lo corrigiera. En ella describe el ideal de vida del Renacimiento y propugna un modelo de caballero que responde a las inquietudes y a la visión del mundo que se tenía en esa época: el caballero perfecto debía ser tan experto en las armas como en las letras, saber conversar y tratar con sus semejantes (especialmente con las damas), y tañer algún instrumento musical.

La obra adopta la forma del diálogo ciceroniano en cuatro libros y expone el que mantienen durante cuatro noches una duquesa, una princesa, un cardenal, Cesare Gonzaga, el poeta Pietro Bembo, Giuliano di Medici, Ludovico di Canossa, Federico Fregoso y el Aretino. La conversación se inicia como un juego que sugiere Fregoso para elegir entre todas las propuestas que se formulen la forma de cortesanía más conveniente. En el primer juego se debate acerca del nacimiento y educación del gentilhombre; en el segundo, de su comportamiento en sociedad; en el tercero, del ideal de la perfecta dama de palacio; y el cuarto, que trata de las relaciones del cortesano con el príncipe, se cierra con una disertación sobre el amor platónico a cargo de Bembo. La conversación se desarrolla con un ritmo armonioso y está moderada por el ideal del decoro que presidió la literatura, el arte y las costumbres del Renacimiento. El cortesano fue traducido al castellano por Boscán a instancias de su amigo Garcilaso de la Vega.

Portada del libro El Cortesano del Conde Baldassare Castiglioni

Realiza la siguiente actividad que se ha preparado para completar tu actividad

jueves, 19 de marzo de 2015

El tributo de las tres vacas

Cada 13 de julio se renueva este tributo milenario, el más antiguo de Europa. La piedra de San Martín, en un sugestivo enclave natural, entre los pirenaicos valles de Roncal y Baretous (Francia), sirve de lugar de encuentro a las gentes de ambos lados de la frontera. En 1375, una sentencia arbitral impuso a los bearneses el pago perpetuo de tres vacas por el aprovechamiento de los pastos roncaleses. 


Se conmemora cada 13 de julio junto a la îedra de San Martín (mojón 262 de la muga). Allí se reúnen los alcaldes del valle francés de Baretous (Bearn) con la banda tricolor al pecho y los de Roncal con sus indumentarias típicas. La tradición dice que desde las invasiones árabes los roncaleses colocaban piedras divisorias en las líneas fronterizas con la advocación de San Martín de Tours para que les librase de tan temibles incursiones y, desde entonces, la más famosa de estas piedras preside el Tributo de las Tres Vacas.

En el puerto cercano al monte Arlás, se encuentra el llano de la Contienda, cuyo nombre evoca la famosa disputa de 1373 cuando el roncalés Pedro Carrica mató al baretonés Pierre Soler por el agua de una fuente. Como dijo el alcalde de Isaba: “Los dos debían ser cabezones haciendo honor a su propio nombre pues Pedro y Pierre significan piedra”. La disputa se convirtió en colectiva y prolongada, causando trescientos muertos en ambos bandos. Tras varios intentos de reconciliación, los valles contendientes se sometieron al arbitraje de la villa de Ansó y alcanzaron un acuerdo de paz.

El alcalde de Isaba preside la ceremonia y pregunta por tres veces a los baretoneses si están dispuestos a pagar el Tributo de las Tres Vacas, “del mismo dentaje, pelaje y cornaje”. Estos contestan afirmativamente y el alcalde francés coloca su mano derecha sobre el mojón y todos superponen las suyas hasta que el alcalde de Isaba coloca la suya encima de todas y pronuncia las palabras rituales “pax avant, pax avant, pax avant” (paz en adelante). El presidente les toma juramento y concluye con “si así lo hacéis, Dios os lo premie y si no, os lo demande”. Dos de las tres vacas son para Isaba y la tercera, por riguroso turno, para Garde, Urzainqui y Uztárroz. Después, se nombran los 4 guardas (dos a cada lado de la frontera) que cuidan los puertos faceros de Ernaz y Larra.

El actual ambiente festivo no refleja el encono de tiempos pasados. En 1612 los roncaleses rechazaron las vacas en el examen veterinario, pero no conservaban el documento original debido al incendio de Isaba de 1427, por lo que acudieron a Ansó para comprobar la copia que allí se guardaba.. Entre 1628 y 1642 los franceses dejaron de pagar el tributo, por lo que en 1635 (Guerra de los Treinta Años) una expedición de 120 roncaleses cruzó la frontera y se apropió de 4.000 reses. Ese mismo año, los franceses se llevaron 5.000 ovejas, apalearon a varios pastores y capturaron a cuatro que fueron encerrados dos años en Olorón. Así hasta que en 1642 se decidió dictar una concordia que restituyó el tributo y ordenó abonar a los roncaleses 11.000 francos como indemnización, dejando incluso un rehén en casa del alcalde de Arette como garantía del pago.

Se considera que es la celebración continuada de un tributo más ancestral de Europa y el documento más antiguo conservado (de 1375) ya señala que es una ceremonia inmemorial. Su origen incierto obedece seguramente a conflictos seculares, que nos sitúan en un escenario aislado con pastos de altura y desavenencias derivadas del uso y los derechos del monte. Las disputas dieron lugar a emboscadas, pequeñas batallas y recíprocas incursiones guerreras. Por fortuna se impuso la cordura y la buena vecindad.

Algunas teorías remontan el tributo a la invasión de los cimbrios (125 a. C.), pueblo germano que ayudado por los de Baretous asoló el Roncal, por lo que estos se vengaron contra sus vecinos y les impusieron la entrega anual de un tributo de tres vacas. Argumentan que si fuese un simple pago por los pastos no podría ser perpetuo, ya que bastaría con dejar de usarlos, pero la sentencia de 1375 y otras posteriores establecen que no es posible su interrupción. La sentencia arbitral de 1375 pone fin a las discusiones y muertes entre roncaleses y baretoneses por el uso de pastos y fuentes fronterizas, pero más que un tributo se trata de una contraprestación por los pastos y el agua españoles durante 28 días al año.

 


Presentación

La decisión de realizar un Blog de entretenimiento, y a la vez, educativo es dejar plasmado en la red un pensamiento o una forma de trabajar. Sobre todo saber llegar donde un libro de texto no es capaz de hacerlo o salirse un poco de los caminos establecidos por la Administración para aprender otras cosas y de una forma diferente.... Iniciemos una aventura.